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Los Juegos Olímpicos vuelven a casa


Se tiene conocimiento que hacia el año 776 antes de Cristo se reunían en la ciudad griega de Olimpia, atletas de diversas regiones para competir en diversas modalidades deportivas. Las Olimpiadas siempre coincidían con la segunda o tercera luna llena después del solsticio de verano.

A los vencedores se les premiaba con una corona de ramas de olivo y regresaban a sus regiones como héroes. Al llegar, atravesaban un hueco hecho en la muralla de su ciudad, con el fin de ser cerrado después de su paso para evitar que el triunfo escapara de la ciudad y ofrendaban su trofeo al dios Zeus.

La práctica deportiva era realizada sin ropa y con los pies descalzos. Se excluía la participación de las mujeres y les era vedada su asistencia como espectadoras. Cualquier vulneración de la norma se pagaba con la vida.

Ya en aquellos tiempos tenían un cariz político. Los Juegos representaban un momento de unión entre las diferentes colonias del Mediterráneo conquistadas por la civilización griega y todas enviaban a sus mejores atletas a la península del Peloponeso para competir.

En las temporadas de los Juegos se mantenía una tregua sagrada llamada Ekecheiri dándose a la justa una connotación de paz y armonía que no podía ser violada bajo ninguna circunstancia.

Entre las ciudades que ofrecieron las mejoras gloriosas se encuentran Atenas, Cortón, Miletos, Naxos o Maratón. Esta última dio nombre a una de las pruebas más emblemáticas y que aún hoy se celebra. Se trata de la carrera de 42 kilómetros que recuerda la gesta heroica del soldado ateniense Filípides que después de la batalla en el Peloponeso (en 490 aC), recorrió la misma distancia entre el valle de Maratón y Atenas para anunciar la gran noticia del triunfo de los atenienses sobre los persas. Al terminar su recorrido, cayó muerto por la fatiga y el cansancio.

La conquista de Grecia por los romanos en el siglo II antes de Cristo, trajo un paulatino decrecimiento de aquellas competiciones.

Culto al físico: inmoral

En el año 393, el emperador Teodosio abolió los Juegos Olímpicos. La concepción cristiana de la época consideraba inmoral el culto al físico.

Cerca de 20 siglos después, el barón francés Pierre de Coubertin quiso recuperar los valores que inspiraron los primeros Juegos Olímpicos con la voluntad de estrechar lazos fraternales entre las diversas naciones. La actividad deportiva de aquel entonces era sólo privilegio de las clases adineradas. Consideró entonces la necesidad de popularizarla reconociendo sus beneficios en el desarrollo de la madurez, la nobleza, la capacidad de trabajo y el bienestar físico que generaba el esfuerzo y la sana competencia.

En junio de 1894 se reunió el Congreso Atlético Internacional de París y se aprobó el restablecimiento de los Juegos Olímpicos acordándose la creación del Comité Olímpico Internacional (COI).

El COI nacía con 14 países y tenía su sede en la prestigiosa universidad parisina de la Sorbona. Se estableció que los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna tendrían lugar en Atenas, del 6 al 18 de abril de 1896.

Desde entonces, los Juegos Olímpicos se han venido celebrando cada cuatro años con la excepción de las ediciones de 1916 (suspendida a causa de la Primera Guerra Mundial) y las de 1940 y 1946 (por la Segunda Guerra Mundial).

Simbolismos

La llama olímpica

El fuego olímpico es el símbolo más venerado de los Juegos Olímpicos. La idea de la flama se adoptó de los Juegos Olímpicos antiguos, donde la llama sagrada permanecía encendida en el altar de Zeus durante la competencia.

La flama es encendida en el antiguo sitio de Olimpia por la primera sacerdotisa del templo de Hera con los rayos naturales del sol reflejados en un espejo curvo. Acto seguido la entrega al primer corredor de la ruta de relevos que recorrerá el mundo.

En esta edición (2004), el fuego pasará por primera vez en la historia por los cinco continentes, con dos escalas en África (El Cairo y Ciudad del Cabo) y una en Sudamérica (Río de Janeiro), zonas por las que nunca antes había pasado. Cuando el 13 de agosto el último relevista entre en el Estadio Olímpico de Atenas, el fuego olímpico habrá cubierto cerca de 78 mil kilómetros.

La bandera olímpica

Los cinco aros como símbolo de los cinco continentes (Europa, Asia, África, Oceanía y América) ondean con orgullo cada cuatro años en las sedes olímpicas.
Con el fondo blanco, en el centro se encuentran cinco aros formando dos filas. Los tres de la parte superior muestran los colores azul, negro y rojo. Los aros de la fila inferior son amarillo y verde. Los colores de los aros fueron elegidos porque al menos uno de ellos puede ser encontrado en la bandera de cada nación del mundo.

La Carta Olímpica

Simboliza la plasmación de los valores olímpicos que exaltan el espíritu de superación, el esfuerzo humano, la convivencia y el juego limpio.

Atenas 2004

En 2004, los Juegos vuelven a sus orígenes con la organización en Atenas de la edición XXVIII de la Olimpiada.

Esta edición se celebra bajo un nuevo orden mundial y una nueva política geoestratégica. Estarán presentes retos que van mucho más allá del deporte en sí. La seguridad será sin duda el elemento más importante con un presupuesto que se acerca a los mil millones de dólares, el triple de lo que se gastó en Sydney 2000. Es el primer gran acontecimiento que se celebra en el mundo después de la tragedia del 11-S y la amenaza terrorista es un problema latente en la organización.

Atenas se blindará para garantizar la seguridad de todos los acontecimientos con la destacada presencia de tropas de la OTAN y la presencia de los más avanzados sistemas de defensa militares.

Por primera vez en la historia, el COI ha contratado una póliza de seguro con un conglomerado de aseguradoras con sede en Londres. La prima es de 170 millones de dólares que cubre la posibilidad de que los Juegos Olímpicos sean cancelados por una guerra, atentados terroristas o desastres naturales.

El emblema de Atenas 2004 es una corona de hojas de olivo (llamado kotinos) entrelazada en un círculo como referencia a los Juegos Olímpicos antiguos, en los que el kotinos era el premio oficial de los campeones de los Juegos Olímpicos. Además, el olivo era el sagrado árbol de Atenas. Los colores del emblema simbolizan las sombras de blanco y el azul que se encuentran en el campo griego.

Los hermanos Phevos y Athena son las mascotas oficiales de Atenas. Su creación está inspirada en una muñeca griega antigua y sus nombres enlazan con la Grecia antigua, si bien los dos hermanos son niños de los tiempos modernos.

Los nombres son de dos dioses olímpicos: Phevos, el dios de la luz y la música, conocido como Apolo; y Athena, la diosa de la sabiduría y protectora de la ciudad de Atenas. Phevos y Athena representan el eslabón entre la historia griega y los Juegos Olímpico modernos.

Más de un siglo ha pasado desde la primera edición moderna, dos guerras mundiales, estados que nacen y desaparecen, regímenes que caen, razas encontradas y crisis económicas. Los Juegos Olímpicos no se han detenido ante las barreras que le ha puesto la historia. El deporte ha llegado más lejos, ha volado más alto y ha sido más fuerte que todo eso como proclama su lema “Citius, altius, fortis”. Próxima cita, Atenas del 13 al 29 de agosto.

Escenarios olimpicos

Atenas, 1896
París, 1900
Saint Louis, 1904
Londres, 1908
Estocolmo, 1912
Amberes, 1920
París, 1924
Ámsterdam, 1928
Los Ángeles, 1932
Berlín, 1936
Londres, 1948
Helsinki, 1952
Melbourne, 1956
Roma, 1960
Tokio, 1964
México, 1968
Munich, 1972
Montreal, 1976
Moscú, 1980
Los Ángeles, 1984
Seúl, 1988
Barcelona, 1992
Atlanta, 1996
Sydney, 2000
Atenas, 2004

Publicado en la revista Protocolo, agosto de 2004