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Panteón real de la Corona Catalano Aragonesa


El Monasterio de Poblet, declarado por la UNESCO “Patrimonio de la Humanidad”, vela el eterno descanso de los monarcas de la Corona Catalano Aragonesa

El monasterio de Poblet es una de las mas importantes muestras de arquitectura religiosa en Cataluña. Situado al pie de la Sierra de Prades, se alza impresionante entre campos de cultivo. El monasterio fue fundado por Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, que donó las tierras a la orden cisterciense y fue ocupado por monjes procedentes de la abadía francesa de Fontfroide. Poblet fue lugar de descanso favorito de los reyes de Aragón, panteón real y centro cultural de primera magnitud.

Bajo la denominación de la Ruta del Císter , se incluyen los tres monasterios catalanes que nacieron a raíz de la reforma cisterciense, Santes Creus, Poblet y Vallbona de les Monges. La idea de esta reforma surgió a finales del siglo XI y principios del XII, y pretendía hacer que el monaquismo benedictino volviese al fervor, disciplina y rigor de sus orígenes. Los tres monasterios impulsados por la familia real catalano-aragonesa, servían de avanzada a la colonización del territorio y en la lucha contra los sarracenos.

Ceñida por murallas que apenas han cambiado desde la Edad Media, la abadía de Santa María de Poblet, es una de las más grandes de España. La austeridad majestuosa del monasterio, que está vinculado a una residencia real fortificada y contiene el Panteón de los reyes de Cataluña y Aragón, es un paisaje admirable. Es un logro artístico y una de las expresiones más perfectas del estilo cisterciense de los siglos XII, XIII y XIV así como una fusión única de formas arquitectónicas. La abadía contiene obras maestras de todos los períodos.

La fundación del monasterio está unida a la conquista de la Cataluña Nova por Ramón Berenguer IV, que quiso fundar el monasterio, a mediados del siglo XII como un acto de agradecimiento a Dios, por sus victorias contra los sarracenos.

Por decisión de Pedro III el Ceremonioso, Poblet se convierte en Panteón Real siendo Alfonso II el Casto el primero en recibir sepultura en este emplazamiento.

El conjunto esta constituido por tres recintos parcialmente amurallados. Pasada la primera muralla, se levanta la capilla de Sant Jordi, construida por Alfonso V de Aragón para conmemorar la conquista de Nápoles. En la segunda muralla se abre la Porta Daurada, y en la tercera, la Porta Reial. A la derecha se encuentra la fachada barroca de la iglesia, y al otro lado de la puerta el locutorio, del siglo XV. El claustro, de los siglo XII y XIII, tiene capiteles historiados y pueden verse tumbas medievales. A lo largo de las galerías, se abren la cocina, el refectorio, frente al que se levanta una fuente románica, la sala de la calefaccion, la biblioteca antigua y la sala capitular. En la parte alta del claustro se encuentra el enorme dormitorio de los novicios y el archivo. Al otro lado se encuentra el Palau del Rei Martí, que nunca llegó a concluirse.
La iglesia data de los siglos XII y XIII y consta de tres naves con ábside y girola. Puede verse un bello retablo renacentista de Damián Forment y en el lado del evangelio, los sepulcros restaurados de algunos reyes de la Corona Catalano-Aragonesa: Jaime I, Pedro IV y sus tres esposas, Fernando I, Alfonso II, Juan I y sus dos esposas, Juan II y Juana Enríquez, padres de Fernando el Católico. También se encuentran en la iglesia los sepulcros de Alfonso el Magnánimo y Martín el Humano.

Cuando ya la enfermedad amenazaba la vida de Don Juan de Borbón, se valoró la idea de que esta fuera su última morada como antecesor de los Condes de Barcelona. Finalmente, la historia hizo justicia con Don Juan rindiéndole los honores de Rey.

Publicado en la revista España Real , septiembre de 2001