GIBRALTAR

Puente entre dos mundos









Por Diana Torres del Mazo*

Ubicado en la costa sur de España y separado por 32 Km. de Marruecos, con una superficie de 4.8 kilómetros cuadrados, se ubica Gibraltar, península que se disputan desde hace tres siglos, España y Reino Unido.

Historia del conflicto

La península de Gibraltar, desde el principio de la historia moderna, ha sido un lugar codiciado entre los mundos que le rodean: árabes, cristianos y anglosajones. En aquellas épocas resultaba estratégica su ubicación para el comercio entre Asia, África e Europa, por ello fue lugar de grandes asaltos por parte de los piratas.

Sin embargo, el conflicto que se vive actualmente se deriva de un acontecimiento muy diferente a lo anterior, pero que sin duda tiene relación con la situación geoestratégica y de poder que se vivía en el siglo XVIII. Era el tiempo de la expansión de las grandes potencias, su valor y poderío se reflejaban en las colonias que poseían y la situación geográfica de las mismas.

La sucesión a la Corona de España fue el pretexto idóneo para que dos de las grandes potencias de Europa (Inglaterra y Francia) se disputaran Gibraltar en detrimento de su tercer rival: España.
La muerte de Carlos II trajo consigo la disyuntiva de buscar y de elegir entre dos candidatos apoyados cada uno por una potencia. La rama de los Borbones, con Felipe V, estaba apoyada por los franceses. Por su parte Inglaterra apoyaba a Carlos de Austria. Estos apoyos se dieron con el objetivo de equilibrar la correlación de fuerzas entre Inglaterra y Francia, más que por la sucesión misma a la Corona española. En toda esta guerra que se libro por la sucesión quedo de por medio el territorio de Gibraltar, que por entonces pertenecía a España pero que fue invadido en varias ocasiones por Inglaterra.
Después de varias disputas al respecto y al llegar por fin la ansiada sucesión, Inglaterra dio su reconocimiento a Felipe V a cambio de Gibraltar, el cual fue cedido por el Tratado de Utrecht en 1713.

El articulo X dice: "El Rey Católico, por si y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortaleza que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno".

"Pero, para evitar cualesquiera abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías, quiere el Rey Católico, y supone que así ha de entender, que la dicha propiedad se ceda a la Gran Bretaña, sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra"

"Si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender o enajenar, de cualquier modo la propiedad de dicha ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla."


Posición de Gibraltar

Desde que el territorio de Gibraltar fue cedido por el rey de España (Felipe V) a Gran Bretaña, se ha librado una interminable negociación entre ambas partes por recuperarlo.
Sin embargo el paso de los años y la creación de otro tipo de instituciones que regulan a la comunidad internacional, han cambiado notoriamente la problemática de la recuperación de la soberanía de Gibraltar.

Por principio de cuentas habrá que poner en tela de juicio que el Tratado de Utrecht, es por si solo muy claro en el sentido de que Gibraltar (su ciudad y castillo) fue cedido a Gran Bretaña, y considerando que los tratados están a la misma altura que la Constitución, son por tanto inviolables y cien por ciento acatables.

Lo que sin duda se debe de discutir y negociar por parte de las autoridades españolas, es lo referente al Istmo, que no se contempla dentro del Tratado y que ha sido invadido gradualmente por el Reino Unido. Ahí si debe seguir imperando la soberanía española.

En lo que respecta a Gibraltar como ciudad, hay que distinguir, varias cosas. La primera de ellas, el estatus en el que se encuentra hoy en día. Las Naciones Unidas en su Resolución del 14 de diciembre de 1960, "considera el papel que le corresponde a las Naciones Unidas en pro de la independencia de los territorios de fideicomiso y no autónomos (las colonias)", ha declarado que:"la sujeción de pueblos a una subyugación y explotación constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperación mundiales. "Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural".

"En los territorios en fideicomiso y no autónomos y en todos los demás territorios que no han logrado aun su independencia, deberán tomarse inmediatamente medidas para traspasar todos los poderes a los pueblos de esos territorios, sin condiciones ni reservas, en conformidad con su voluntad y sus deseos libremente expresados para permitirles gozar de una libertad y una independencia absolutas"


Por tanto y al ser vinculantes las resoluciones de la ONU, el territorio de Gibraltar debe de dejar de ser una colonia inglesa, y determinar por si mismo el estatus que desea adoptar.
Pero también se debe de tomar en consideración dentro del conflicto español-ingles, el problema de paraíso fiscal que tiene actualmente Gibraltar, y el de vecindad para España. En esta cuestión se debe buscar la intermediación de la Unión Europea, para que Gibraltar deje de ser una colonia y se adapte a la normativa de la Unión, con el fin de acabar con las operaciones económicas opacas.

Desde el punto de vista gibraltareño, España no puede reclamar Gibraltar bajo el concepto de soberanía porque actualmente es un territorio que se encuentra bajo la definición de colonia y por tanto corresponde acatar lo que dicta la resolución de la ONU. Tampoco puede ser reclamado con la cláusula del tratado que dicta que si Gran Bretaña decidiera vender, enajenar o dar el territorio, le correspondería a España la primacía de alguna de estas acciones. Inglaterra, ya no puede ejercer ninguno de esas acciones por no tener vigencia para el derecho internacional actual la puesta en marcha de estas acciones para con un territorio.

Los puntos más conflictivos son:

1. Determinar la soberanía de Gibraltar, acatando las dos partes lo relativo a la resolución de la ONU de 1960.
2. Negociar lo relativo al istmo, que si es territorio español y que ha sufrido una invasión; conviniendo lo que mas encaje a las dos partes. Quizás se podría arrendar, para que el Reino Unido pueda seguir comercializando sus mercancías, utilizando el istmo.
3. Concertar pactos relativos a la situación de Gibraltar como paraíso fiscal. Actualmente existen una serie de convenciones relativas al crimen organizado, que han suscrito los miembros de la sociedad internacional, y que son parte España y Reino Unido. Con base a esto se puede llegar a un acuerdo. Sin embargo también debe considerarse la parte correspondiente a la Unión Europea, que puede obligar a Gibraltar a acatar lo relativo a los impuestos como el resto de los territorios europeos.

Posición de España

Felipe V cedió Gibraltar sin jurisdicción territorial alguna y por tanto Inglaterra nunca tuvo soberanía total en el territorio ya que no se puede Gobernar sin hacer leyes. Por tanto es legítima, la reclamación de España, respecto a la soberanía de Gibraltar. Gibraltar es una parte del territorio nacional y como tal debe volver a la soberanía española. El Gobierno español ofrece dar a Gibraltar un estatuto a través de una vía especial de la Constitución.
La colonia inglesa podría adquirir el rango de autonomía con la aplicación del artículo 144. B de la Constitución, que establece que las Cortes, "si concurren motivos de interés nacional", podrán "acordar un Estatuto de Autonomía para territorios que no estén integrados en la organización provincial".

La receta con la que el Peñón podría integrarse -siempre que se logre el sí de los gibraltareños en el referéndum- a la estructura territorial del Estado estaría al margen de la fórmula genérica que defina el acuerdo hispano-británico sobre el futuro de Gibraltar. Según el estado actual de las negociaciones, se trataría de una soberanía total (para España) pero compartida (con Gran Bretaña). Así se salvaría el escollo de que un acuerdo internacional que estableciera una soberanía compartida supusiera la renuncia a la total soberanía española.

 

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