LOS REYES CATÓLICOS
Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando




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Isabel I de Castilla

Hija del Rey Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, nació en 1451.

Tras la muerte de su padre, pasó su infancia en Arévalo y en Maqueda, alejada de su madre, que había dado muestras de enajenación mental, y con la sola compañía de su hermano menor, Alfonso y los tutores de ambos. Llegó al trono castellano tras la temprana muerte de su hermano Alfonso y con el apoyo de una liga nobiliaria que en 1468 consiguió, mediante el Pacto de los Toros de Guisando, el reconocimiento de Isabel como heredera de Castilla por parte del entonces soberano castellano, Enrique IV. Éste, también hermano de Isabel,  hubo de anular los derechos legítimos al trono castellano de su hija Juana, conocida como la Beltraneja. Isabel contrajo matrimonio en 1469, en Valladolid, con el entonces Príncipe de Gerona, Fernando, heredero del reino de Aragón.

El cambio de actitud de Enrique IV, que desheredó a Isabel para volver a legitimar a su hija Juana, hizo estallar una guerra en la que la ayuda material de la Corona de Aragón unida al apoyo de la liga nobiliaria castellana, encabezada por la familia Mendoza, lograron la proclamación de Isabel como Reina de Castilla en 1474, a la muerte de Enrique IV. Tras el fallecimiento de Juan II de Aragón, y la subida al trono de su hijo Fernando, éste e Isabel reunieron en sus personas el control de los reinos de Aragón y Castilla.
Con el sobrenombre de la Católica sus primeros objetivos como soberana fueron el restablecimiento de la autoridad real, así como el saneamiento de sus finanzas. El mantenimiento de un orden interior en el reino de Castilla permitió acometer la empresa de la conquista de Granada y la reforma de la Iglesia, con la introducción de la Inquisición, así como la fundación de nuevas instituciones religiosas. La conquista de Granada, el descubrimiento de América y el decreto de expulsión de los judíos, todo ello en el año 1492, son muestras de la importante participación de Castilla, bajo la dirección de Isabel la Católica, en los acontecimientos que vivieron los reinos hispánicos a finales de la Edad Media. Los últimos años de su vida permaneció alejada de la política y entristecida por la temprana muerte de su hijo Juan, así como las muestras de demencia de su hija Juana.

Isabel la Católica falleció el 26 de noviembre de 1504 en Medina del Campo.

Fernando II de Aragón

Hijo de Juan II de Aragón y de Juana Enríquez, nació en Sos en 1452. Heredero de la Corona de Aragón a la muerte de su hermano Carlos, en 1461, recibió cuatro años después el trono de Sicilia.

En 1469, contrajo matrimonio con Isabel, heredera de la Corona castellana, por lo que cuando ésta subió al trono pasó a ser Fernando V, Rey de Castilla, añadiendo un lustro después, con ocasión de la muerte de su padre, a este título el de soberano de Aragón. La unión entre ambas Coronas, de Castilla y Aragón, fue meramente personal y no institucional, ya que entre ambos reinos no existía un organismo político común; lo que no impidió la realización de empresas comunes como la conquista del reino nazarí de Granada y la unificación religiosa con el decreto de expulsión de los judíos, así como la aceleración de la conversión y asimilación de la población musulmana; acciones, que al igual que a su esposa, le valieron el sobrenombre de el Católico.

Como soberano de Aragón obtuvo en 1493 la restitución de los condados del Rosellón y la Cerdaña, anexionándose el reino de Nápoles más tarde. A la muerte de Isabel la Católica, actuó como regente en Castilla, mas no fue admitido por la nobleza que le empujó a retirarse a sus estados de Aragón. Contrajo matrimonio en 1505 con Germana de Foix, con la que tuvo un hijo, Juan, que falleció a los cuatro años de edad. Retornó en 1507 al gobierno del trono castellano a raíz de la llamada del cardenal Cisneros que reclamaba su autoridad tras la muerte de Felipe I el Hermoso.

Fernando el Católico falleció en 1516 en Madrigalejo, siendo trasladados sus restos mortales, junto a los de su esposa Isabel, a la Capilla Real de la catedral de Granada.


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