Don Juan de Borbón, Rey Juan III en el exilio


Quinto hijo del Rey Alfonso XIII y de Doña Victoria Eugenia de Battemberg, nació en el Palacio de La Granja de San Ildefonso en 1913.
Sus estudios se vieron interrumpidos por la proclamación de la República en 1931 prosiguiendo su formación de guardia marina en el Reino Unido. Contrajo matrimonio en 1935, en Roma, con Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, Princesa de las dos Sicilias. El matrimonio estableció su residencia en "Villa Giralda" (Estoril, Portugal).

Infante de España por su nacimiento, Don Juan fue jefe de la Casa de Borbón por la renuncia de sus hermanos Alfonso y Jaime y la abdicación de su padre en enero de 1941. Por ello y basándose en su posición publicó en 1945, desde Lausana, y en 1947 desde la ciudad portuguesa de Estoril, un manifiesto en el que reclamaba la restauración de la monarquía borbónica en España. Dos años más tarde, y desde Estoril, reiteró la publicación del citado manifiesto. Titulado Conde de Barcelona, el régimen franquista le mantuvo apartado de los círculos de poder, no siendo reconocidos sus derechos dinásticos al ser nombrado como sucesor de Franco en la jefatura del Estado, su hijo Don Juan Carlos. Este nombramiento supuso un distanciamiento temporal entre Don Juan de Borbón y su hijo, que no obstante, poco después pudo contar siempre con el apoyo de su padre. Tras la muerte del caudillo franquista y la subida al trono del titulado hasta entonces Príncipe de España, renunció a sus derechos a la Corona Española en favor de su hijo con un emotivo discurso pronunciado el 14 de mayo de 1977 en el Palacio de La Zarzuela.



Se trataba con ello de dejar constancia oficial de lo que, desde hacía años, era un hecho para todos: la renuncia de Don Juan de Borbón a reinar en España con el nombre de Juan III, tal y como durante la postguerra muchos habían esperado, era el servicio más elevado que podía hacer a la patria que empezaba a reconstruir una democracia.

En 1978 el Rey Don Juan Carlos le nombraba Almirante Honorario de la Armada. En 1980 le fue detectado en el "Memorial Hospital" de Nueva York, un cancer de laringe que le obligó, cinco años después, a su paso por el quirófano en la Clínica Universitaria de Navarra. El 4 de diciembre de 1988 recibió el título honorífico, por parte del Gobierno, de Capitán General de la Armada.

Don Juan no llegó a restablecerse de su enfermedad que le llevó a la muerte el 1 de abril de 1993.
A su muerte recibió el reconocimiento unánime de la sociedad y los honores fúnebres propios de la dignidad de Rey, inhumándose sus restos mortales en el Panteón de Reyes del Monasterio del Escorial pues para muchos fue el Rey Don Juan III de Borbón y Battenberg en el exilio. En palabras de Luis María Ansón, biógrafo de Don Juan:

"Don Juan vivió sus últimos años con el orgullo de ver a su hijo hacer lo que él siempre propugnó. Las brasas de la Monarquía que mantuvo encendidas se habían reavivado en la antorcha del relevo. Peleó bravamente el viejo Rey contra el cáncer que se le había enroscado en la garganta, mientras escondía a cuantos le rodeaban los viejos dolores enterrados, la oscura herida que le apretaba el alma. La muerte le descargó los fatigados hombros de tantos fardos abyectos, de tantos húmedos rencores, para encender en él la llama de amor viva".