DISCURSOS HISTÓRICOS

Mientras el mundo aliente, mientras la esfera gire,
mientras la onda cordial alimente un ensueño,
mientras haya una viva poesía, un noble empeño,
un buscado imposible, una imposible hazaña,
una América oculta que hallar, vivirá España
(Rubén Darío)




Visitantes


Mi agradecimiento a la Casa de S. M. el Rey por la aportación del texto de algunos de estos discursos.




Dirigidas a los españoles o representándolos en el extranjero, las palabras del Rey han escrito a lo largo de más de veinte años la crónica de España, su caminar animoso desde el erial de libertades de 1975 hasta la construcción y despliegue de un Estado de Derecho.

La palabra del Rey es por ello palabra de Estado, aunque a veces su acento personal permita entrever un mayor protagonismo del monarca, una preocupación de más largo alcance por los problemas de España, relacionada directamente con su función constitucional de arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones.

Más allá de cualquier simbología que se le haya pretendido atribuir, la monarquía española ha sido imagen de la permanencia y unidad del Estado. La misma que, fruto de la historia, sigue proyectando en la actualidad la institución monárquica a través de Don Juan Carlos I. Constituye el Rey uno de los más importantes cauces del Estado en su comunicación con los ciudadanos, complementario del que el sistema liberal estableció hace doscientos años,el Parlamento.

Las palabras del Rey no son simple retórica, son palabras destinadas a todos y cada uno de los españoles, son el aliento para seguir adelante en nuestra sociedad. Por encima de todo, las palabras del Rey son palabras de amor, amor indeclinable a España.